Las barcas contra el cañaveral aguantando la deriva, esperando nerviosas la bocina que da comienzo a la prueba.

Las ultimas instrucciones de los patrones a sus remitgers. Cazar el viento y planear una estrategia. Esperar. Tensión. Y a las 12 en punto la señal, izar y tratar de contener la fuerza desbocada de todo el trapo luciendo al sol. Blancas, hinchadas, potentes, las velas surgen de entre las cañas, arrastrando cada una su barca y su tripulación. La Mata de Sant Roc se consigue en pocos minutos. Al virar hacia El Palmar el Xaloc viene de cara, pero la segunda gira hacia la Mateta de Baix es una cruel batalla que solo los más expertos pueden ganar. La flotilla de barquitos de la Escuela de Catarroja se estrenó como grupo en la competición. Fue su ocasión para aprender más y mejor. Nos lo demuestran las fotos que nos han dejado Lamberto Olmos, Lorena Silvent, Tono Hervas y Lola Ruiz.